Sumas y restas entre exportaciones e importaciones agropecuarias: ¿el balance es positivo?
Artículo escrito por Miguel Ángel Pintado (CEPES), para La Revista Agraria
El intercambio comercial entre Perú y el resto del mundo ha venido fortaleciéndose en los últimos años: en 2001, las exportaciones totales representaban el 13% del PBI, mientras que en 2011 representaron el 26%, según datos del BCRP; es decir, en solo una década se duplicó la participación de las exportaciones en el PBI. Sin embargo, y de manera paralela, las importaciones han seguido una tendencia similar, sobre todo en un contexto de mayor apertura comercial que responde, principalmente, a los tratados de libre comercio.
Si bien gran parte de las exportaciones la compone el sector minero, las exportaciones agropecuarias han tenido también un papel fundamental dentro de ellas, sobre todo en el sector no tradicional: de alrededor de 10 subsectores, el subsector agropecuario y el de agroindustria representaron más del 30% de las exportaciones del sector no tradicional hacia enero de 2012, según ADEX.
La evolución comercial ha sido satisfactoria, con mayor énfasis en Europa. El gráfico 1 presenta los principales destinos de nuestras agroexportaciones. Estados Unidos es el primer país destino; no obstante, su participación viene reduciéndose con relación al crecimiento de las exportaciones con destino a Europa en los últimos años. De manera similar, las importaciones han tenido una tendencia creciente: el valor de las importaciones (millones US$-CIF) de productos agropecuarios, tanto tradicionales como no tradicionales, creció durante los últimos cuatro años (ver gráfico 3). En este sentido, Argentina ocupa el primer lugar (US$1,168 millones) como país origen de las importaciones, seguida por Estados Unidos (US$541 millones), Bolivia (US$415 millones), etc. (ver gráfico 2).
Gráfico 2
A todo esto, si tanto las exportaciones como las importaciones agropecuarias se han incrementado, ¿cuál es el resultado final del balance? ¿El crecimiento de las exportaciones fue más que suficiente para contrarrestar el de las importaciones (superávit) o no fue suficiente para contrarrestarlo (déficit)? La respuesta es: depende. Antes de calcular la balanza comercial, es útil desagregar el total de exportaciones e importaciones agrarias en tradicionales y no tradicionales. Dependiendo de cuál especificación de productos se analice, los resultados pueden variar.
Por ejemplo, en el caso de los productos tradicionales (café, cacao, etc.), el valor de las exportaciones tuvo una evolución positiva igual al 269% en los últimos cuatro años (al pasar de US$632 a US$2,335 millones), mientras que las importaciones se incrementaron en 206% respecto al año 2009 (ver gráfico 3). En términos de la balanza comercial, el crecimiento de las exportaciones tradicionales agrarias contrarrestó el de las importaciones, lo que generó superávits comerciales año a año.
Gráfico 3
Sin embargo, esta situación no es replicable para el caso de los productos no tradicionales. Para cada año, el valor de las importaciones no tradicionales1 siempre fue mayor que el de las exportaciones del mismo tipo (comparar altura de las barras). Lógicamente, ello originó que exista un déficit en la balanza comercial, el cual alcanzó los US$978 millones el año pasado. Por último, dicho déficit en estos productos probablemente esté asociado a un mayor valor agregado e insumos industriales en el proceso productivo, lo cual representaría una desventaja comparativa del Perú frente al resto del mundo en términos de especialización productiva.
Nota
1 Cabe resaltar que ADEX no especifica los productos incluidos dentro del subsector agropecuario no tradicional referido a importaciones.
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