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Aeropuerto en Chinchero: una oportunidad para el Cusco

"No se trata solo de la importante actividad turística. Es una oportunidad para mejorar el acceso de diversos productos agropecuarios a nuevos mercados"

Publicado: 2014-03-31

Escribe Francisco Cueva García, director ejecutivo de la Asociación Arariwa del Cusco.

Desde hace más de 40 años, el pueblo cusqueño aspira a contar con un aeropuerto internacional. A lo largo de estas cuatro décadas ha escuchado múltiples compromisos para hacer realidad este anhelo, pero en todos los casos los gobernantes han incumplido sus ofertas cuando asumieron el Gobierno.

Esta exigencia de la población, de sus dirigentes políticos y de las organizaciones de la sociedad civil responde a un amplio consenso sobre la importancia estratégica de este mega-proyecto para consolidar y ampliar la actividad turística, uno de los principales ejes de la economía del Cusco y del Macrosur.

Durante más de tres años, el gobierno regional, la Municipalidad Provincial de Urubamba y la Municipalidad Distrital de Chinchero han trabajado de manera conjunta y sostenida para que el aeropuerto internacional se haga realidad. En este proceso han contado con un amplio apoyo social y político del pueblo del Cusco y sus organizaciones, reflejado en las masivas movilizaciones de las últimas semanas.

Se han dado pasos importantes como el consenso construido en forma participativa con la población de Chinchero, la compra de los terrenos necesarios para su construcción, así como la decisión de vincular esta megainversión a un plan distrital, provincial y regional. A pesar de estos avances somos conscientes de que este proceso enfrentará nuevas dificultades, como lo evidencian las sucesivas postergaciones para su inicio y el resurgimiento de discursos que cuestionan su pertinencia. Los mismos intereses que han bloqueado la construcción del aeropuerto por más de 40 años se están moviendo de diversas maneras.

Para los cusqueños es claro que contar con un aeropuerto de categoría internacional hará posible un mayor flujo turístico al Cusco y el gran sur, y ampliará el tiempo de estadía de los turistas. Esto brindará mejores condiciones para poner en valor nuevos destinos turísticos en la región y se crearán nuevas oportunidades de desarrollo para lugares que hoy están marginados de esta importante actividad, en los cuales existe una alta concentración de pobreza. Asimismo, este mayor flujo turístico permitirá hacer del Cusco un centro articulador para la oferta turística de las diversas regiones del sur del país, con lo cual su beneficio va más allá de la región.

Además, no se trata solo de la importante actividad turística. Es una oportunidad para mejorar el acceso de diversos productos agropecuarios, agroindustriales, florería, artesanías, textiles o joyería, entre otros, a nuevos mercados. Muchos de los productores vinculados a estas actividades son pequeños campesinos que viven en una situación de exclusión y pobreza. Se trata, por tanto, de una importante palanca para el crecimiento económico, el cual debe ser parte de una propuesta de desarrollo integral e integradora.

Sin duda existen riesgos, los cuales pueden y deben ser enfrentados actuando con responsabilidad y planificando con seriedad no solo la construcción del aeropuerto sino también previendo sus efectos en los diversos planos, evitando que se convierta en un enclave para beneficio de unos pocos.

Las municipalidades de Chinchero y Urubamba deben asumir plenamente sus funciones y poner en marcha e implementar un plan de ordenamiento territorial y de desarrollo urbano que permitan ordenar adecuadamente el potencial crecimiento de la ciudad de Chinchero y de la provincia en general. Su objetivo también debe ser reducir los impactos negativos que puede tener con la riqueza paisajística que la caracteriza y que es una de sus ventajas económicas.

Asimismo, se deben diseñar e implementar políticas e instrumentos para gestionar el importante incremento del número de turistas a la región que se prevé con esta inversión. Se requiere trabajar seria y rápidamente en diversificar la oferta turística y mejorar los servicios y la conectividad en todas las provincias que tienen recursos turísticos significativos, para que se conviertan en productos y destinos turísticos. De no tomarse estas acciones desde hoy, y durante los cinco años que tomará hacer realidad el aeropuerto internacional, se corre el riesgo de mantener y profundizar los límites y trabas que tiene actualmente la actividad turística en la región.

En lo que respecta a las exportaciones es necesario formular un plan para mejorar la oferta regional en función de una demanda de mercados y consumidores más exigentes, haciendo más competitiva nuestra producción. El foco de atención debe estar puesto en la pequeña producción campesina, promoviendo su asociatividad para mejorar las tecnologías, el acceso a los mercados y al financiamiento. Igualmente es necesario que diseñemos estrategias para aprovechar el potencial y la riqueza de los productos nativos.

El planteamiento de hacer realidad la Marca Cusco es una propuesta interesante, la cual debe tener base en la elevación de la calidad de la oferta turística. Asimismo debe orientarse a incrementar los estándares de calidad en la producción de bienes y servicios regionales.

De no tener una oferta competitiva regional, la demanda generada por las nuevas inversiones en torno al turismo y la presencia de una gran cantidad de turistas serán cubiertas por productos extrarregionales. De la misma manera, la posibilidad de incrementar y diversificar las exportaciones regionales quedará como un mero sueño y una nueva frustración.

El rol de los gobiernos locales y del regional es fundamental en el aprovechamiento de este megaproyecto. Deben pasar de ser constructores de obras, sin duda importantes y necesarias, a convertirse en promotores del desarrollo de sus jurisdicciones. Para ello son necesarias políticas y estrategias que potencien nuevas competencias empresariales y productivas para que nuestra población aproveche los beneficios de esta inversión y no se vean desplazados por inversiones y agentes externos.

Si los gobernantes regionales y locales del Cusco no implementan las acciones oportunas y necesarias orientadas a mejorar la calidad de la oferta turística y productiva regional, el aeropuerto no pasará a ser una oportunidad para un desarrollo equitativo y sostenible. Está en manos de las autoridades regionales y locales evitar que ello suceda. Están todavía a tiempo de trabajar concertadamente entre sí y convocar a todos los actores sociales y políticos para construir juntos un proyecto regional que integre al aeropuerto y otros megaproyectos como el gasoducto en beneficio de una población que demanda justicia e inclusión.

(Francisco Cueva García, director ejecutivo de la Asociación Arariwa)


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