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¿Cuánto contenido de azúcar existe en los productos industrializados que consumen niños y adolescentes?

Publicado en la edición Nº 166 de La Revista Agraria (LRA)

Publicado: 2014-09-29

Artículo escrito por Eduardo Zegarra(1) para La Revista Agraria 

Una de las mayores dificultades para enfrentar los graves y crecientes problemas de salud alimentaria de la población infantil y adolescente es el limitado acceso de los padres a la información sobre el contenido de elementos potencialmente nocivos en los productos que dicha población consume. Las etiquetas de los productos industrializados no son amigables y hacen muy difícil que los progenitores puedan discernir qué cantidades de esos elementos están consumiendo sus hijos a diario.

La Ley 30021, de Promoción de la Alimentación Saludable para Niños, Niñas y Adolescentes, busca generar mayor y mejor información para los padres, de tal forma que eviten o reduzcan la compra de productos que puedan afectar la salud de sus hijos. Si bien la norma todavía está en proceso de reglamentación, resulta clave poder definir cuándo un producto procesado tiene un alto contenido de ingredientes potencialmente nocivos y cómo informar de esto a la población.  

En este artículo analizamos 249 productos de una base de datos del Centro Nacional de Alimentación y Nutrición (Cenan), del Ministerio de Salud, respecto al contenido de uno de los elementos más problemáticos para la salud de niños, niñas y adolescentes: el azúcar. Su consumo alto o excesivo está asociado a enfermedades no transmisibles como la diabetes, a problemas cardiovasculares y a la creciente obesidad infantil y adolescente. Cabe decir que el azúcar no es un nutriente requerido para vivir o para el crecimiento; de acuerdo con las recomendaciones de la OMS/FAO2, el azúcar «libre» (definida como la que es agregada a productos industrializados, bebidas, jugos envasados, miel, y el mismo azúcar de mesa) no debe sobrepasar el 10% de las calorías totales en la ingesta diaria. Esto se traduce —en el caso de un niño de 13 años con moderada actividad física— en que de las 2,000 calorías recomendadas para el consumo diario, no más de 200 (50 gr) deben ser aportadas por el azúcar. Esto equivale a un total de no más de 10 cucharaditas de azúcar al día.

La base de datos del Cenan(3)

En 2013, el Cenan recogió datos acerca del contenido de azúcar, grasas y sodio, obtenidos de las etiquetas de una muestra de 565 alimentos industrializados vendidos en supermercados y bodegas en la ciudad de Lima. Esos datos se estandarizaron a cantidad de azúcar (en gr) por cada 100 gr de producto sólido o 100 ml de producto líquido. Para los fines de generar información más accesible sobre el contenido de azúcar, hemos desagregado los datos en seis categorías: 1) galletas y wafers; 2) queques; 3) otros bizcochos; 4) gaseosas y jugos; 5) cereales; y 6) yogures bebibles y otros lácteos. Esta clasificación permite generar un tamaño promedio de porción que un niño o adolescente consumiría normalmente (por ejemplo, en una lonchera); sobre esta base, es posible convertir el contenido de azúcar de cada producto en número de cucharaditas (5 gr cada una) por porción, teniendo en mente que debe evitarse a toda costa consumir más de 10 cucharaditas de azúcar al día.

En el cuadro 1 se consigna el contenido de azúcar que existe en una porción diaria promedio de consumo por cada tipo de producto. Para galletas y wafers se asume una porción de 30 gr; para queques y otros biscochos, de 150 gr; para gaseosas y jugos, de 250 ml; para cereales, de 50 gr; y para yogures bebibles y otros lácteos, de 200 ml. Estas son porciones promedio por tipo de producto, de acuerdo con presentaciones para un consumo unitario (una cajita de yogur, un paquete de galletas, 10 cucharaditas de cereal en el desayuno, etc.).

El promedio de contenido de azúcar, obtenido a partir de los 249 productos, es de 19 gr o 3.8 cucharaditas por porción promedio, aunque en algunos casos se llega a 13 cucharaditas (otros biscochos) o a 5.6 cucharaditas (gaseosas y jugos) por porción. En general, el consumo de una porción de estos productos representa cerca del 40% del consumo máximo de azúcar diario. Una combinación de dos o más productos supera fácilmente el límite máximo, aparte de considerar que los niños también consumen azúcar de mesa en el desayuno, o en jugos de frutas o miel en las comidas.

Clasificación de acuerdo con el contenido de azúcar

Un tema clave para poder orientar a los consumidores se refiere a qué contenido de azúcar puede considerarse «alto» o «muy alto». Para fines de orientación, clasificaremos a los productos en tres categorías: i) normal; ii) alto; y iii) muy alto. Los criterios de clasificación se presentan en el cuadro 2.

Las categorías de mayor volumen o peso de consumo diario por ración (bebidas, queques y yogures) obtienen la clasificación de «muy alto» si superan las 5 cucharaditas por ración promedio, y de «alto» si están entre las 2 y 5 cucharaditas. Las categorías de menor peso por ración (galletas y wafers, y cereales) tienen un corte de 2 cucharaditas para «muy alto» y de 1 a 2 para «alto». La clasificación total de los productos se presenta en el cuadro 3.

Solo el 19% de los productos está clasificado con contenido normal; un preocupante 45% de los productos caen en la categoría de «muy alto». En este caso, el consumo de una unidad de producto promedio en gaseosas y jugos, por ejemplo, equivale a consumir más de 5 cucharaditas de azúcar, y lo mismo funciona para los yogures y lácteos. En el caso de las galletas y wafers y los cereales, consumir una porción en la categoría «muy alto» equivale a ingerir más de 2 cucharaditas de azúcar. Evidentemente, consumir más de una ración y la combinación de dos o más productos disparan rápidamente el consumo diario a más de 10 cucharaditas, con graves riesgos para la salud de niños, niñas y adolescentes.

A manera de conclusión

Las cifras analizadas en este artículo indican que una gran cantidad de productos procesados expendidos en supermercados y bodegas de Lima tienen un contenido alto de azúcar, con efectos potencialmente nocivos para la salud de la población infantil y adolescente. Los padres tienen poca o nula información acerca de esto, y las etiquetas vigentes son poco claras o ininteligibles. Una opción práctica para resolver este serio déficit de información reside en consignar en cada producto el número de cucharaditas de azúcar equivalentes que contiene, con un símbolo claramente identificable y un tamaño adecuado y visible para los consumidores. Esto ayudaría a mejorar la información para los padres y evitaría un consumo excesivo (e inconsciente) de cantidades peligrosas de azúcar por sus hijos.

Finalmente, a manera de ilustración del ejercicio se presenta el ranking de todos los productos clasificados con contenido "Muy Alto" en el Cuadro 4. En este se consigna la cantidad promedio de cucharitas de azúcar del producto que existe en la porción promedio correspondiente a su categoría.

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Notas

1 Economista. Investigador principal de Grade. <ezegarra@grade.org.pe>.

2 WHO/FAO (2003). «Diet, nutrition and the prevention of chronic diseases». Report of a Joint WHO/FAO Expert Consultation (WHO TRS 916).

3 INS/CENAM (2013). Informe «Descripción del contenido de azúcar, grasas y sodio en alimentos industrializados según etiquetado expendidos en Lima». Dirección Ejecutiva de Vigilancia Alimentaria y Nutricional, julio de 2013.

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