“PAQUETAZOS” Y CAMBIO CLIMÁTICO (Por Róger Rumrrill)
(Artículo publicado en Diario UNO, el 07 de diciembre de 2014)
Los llamados “paquetazos” lanzados por el gobierno de Humala para “destrabar” la inversión privada y el cambio climático están hundiendo a la pequeña agricultura familiar en el Perú, de acuerdo a las conclusiones de la XVII Convención Nacional del Agro Peruano (CONVEAGRO) y la V Cumbre Amazónica, realizadas en Lima y en Satipo, respectivamente, la última semana de noviembre pasado.
Sin embargo, por cruel paradoja, este año 2014 ha sido declarado el Año Internacional de la Agricultura Familiar en el Perú y según el Censo Nacional Agropecuario (CENAGRO) del 2012, el 97 por ciento del total de agricultores en nuestro país, o sea 2 millones, 156,833 son pequeños agricultores familiares, escribe Fernando Eguren, del CEPES, “son la base de la seguridad alimentaria; son portadores de conocimientos acumulados invalorables; desarrollan y mantienen la biodiversidad; mantienen vivas culturas diferentes que enriquecen las sociedades; practican una agricultura amigable con la naturaleza; y ocupan el territorio”.
No hay paquetazos a favor del agro
Las cifras hablan con terrible contundencia sobre la profunda crisis y recesión que se abate sobre el agro peruano: de acuerdo a las propias cifras del Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI), en el 2014 la producción del sub sector agrícola ha descendido a -20%. Los cultivos más importantes registran caídas sin precedentes: arroz, -8.46%; maíz amiláceo, -2.37%; cebolla, -9.40% y el café, cultivo que da ocupación e ingresos a 2 millones de personas, ha bajado a -23%.
El especialista de GRADE, Eduardo Zegarra, expositor en la cita de CONVEAGRO, señaló que los cuatro “paquetazos” gubernamentales —los D. S. 054-013-PCM, 060-2013-PCM, las leyes 30230 y la 3941— consideran que el único motor de la economía es la gran inversión y lo lógico, necesario y urgente sería un “paquetazo” a favor del agro en crisis. Pero ocurre todo lo contrario, porque el cuarto “paquetazo” promueve la desgravación arancelaria a la importación de alimentos que será otro golpe mortal a la agricultura nacional.
Pero las granjerías que el gobierno está otorgando al gran capital a través de las leyes mencionadas no son las únicas medidas y decisiones que van en contra especialmente de la pequeña agricultura familiar que produce el 70 por ciento de la alimentación en el Perú, mientras que la gran agricultura de exportación apenas produce el 0.3% de los alimentos.
También hay otras decisiones del gobierno que ponen en grave riesgo a la pequeña agricultura. Una de estas es la cada día mayor concentración de la tierra. Apenas el 1% de propiedades concentran el 58% de las mejores tierras en nuestro país.
La falta de saneamiento jurídico-legal con las respectivas titulaciones es otro gran problema. De un total de 5 millones de predios rurales solo están titulados 2 millones. Para los especialistas del agro, los dirigentes agrarios y líderes indígenas la ausencia de normatividad y la indecisión gubernamental en el proceso de titulación de las Comunidades Campesinas y Nativas y los predios rurales en general hay “gato encerrado”: el gobierno de Humala está en proceso de construir un país de megalatifundios, según la lógica del gran capital multinacional.
La ley 30230, uno de los “paquetazos” supuestamente para estimular las inversiones, es un claro ejemplo de esta velada intención de los autores de la norma. A este respecto, Laureano del Castillo, abogado del CEPES, escribe: “El riesgo, dada la generalidad de varios artículos de esa ley, es que esas inversiones desconozcan los derechos de las 6069 comunidades campesinas y 1469 comunidades nativas en todo el país, pues el 72.7% de ellas (5483) no tienen forma de acreditar plenamente su derecho de propiedad”.
Las plagas del apocalipsis y el cambio climático
El escenario social y económico del agro peruano, en particular de la pequeña agricultura familiar, es como si sobre ella habrían caído las siete plagas del apocalipsis, además del cambio climático. La plaga de la roya del café ha dañado el 61% de los cultivos cafetaleros, 260 mil hectáreas, derribando la producción del grano en un 40%.
Tanto en el encuentro de C0NVEAGRO en Lima como en la Cumbre Amazónica de Satipo llovieron los testimonios sobre los devastadores impactos del cambio climático y la contaminación de los ríos por las actividades mineras: las vacas están tomando el agua contaminada del Mantaro y “Leche Gloria” no quiere comprar la leche a los productores; los cultivos en Puno se están instalando en las partes más altas, pero junto con los cultivos suben las ratas; de acuerdo al último CENAGRO, el 50% de los agricultores no pudieron sembrar por falta de agua; el Pastoruri casi ha desaparecido y el Huaytapallana ha perdido el 50% de sus glaciares y el río Santa no tendrá agua cuando desaparezcan los nevados de los Andes tropicales; los manantes y bofedales se están secando y Jaime Llosa, expositor en CONVEAGRO, vaticinò que el fenómeno de “El Niño” será màs recurrente con el cambio climático y dijo que un mega “El Niño” hizo colapsar a la cultura Mochica.
Mientras todo este drama se vive en el Perú profundo, el gobierno anuncia nuevos “paquetazos” a favor del gran capital y con el argumento increíble de que para ser competitivos en el mundo global hay que reducir costos laborales y debilitar y si es posible borrar todas las normas ambientales y de defensa de la Madre Naturaleza.
Esta es la contribución de Humala a la COP 20.
(Artículo publicado en Diario UNO, el 07 de diciembre de 2014)
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