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Un «Niño» de invierno  que puede convertirse en un fuerte «Niño» de verano

Artículo de La Revista Agraria N° 177, publicación del CEPES, que se distribuyó con el diario La República

Publicado: 2015-10-13

Entrevista a Pablo Lagos, investigador científico en el Instituto Geofísico del Perú (IGP), con doctorado en el MIT (1) y profesor principal en la Universidad de San Marcos. Es uno de los expertos en el fenómeno de El Niño en el Perú desde hace más de treinta años.

Entrevista de Ricardo Marapi (2)

¿Cuáles son las características particulares que se están presentando en el actual fenómeno de El Niño (FEN) y que lo diferencian de los FEN de 1983 y 1998?

Este fenómeno natural debe haber ocurrido desde hace cientos de miles de años. Se han escrito historias que describen el FEN en el pasado; una de las primeras data de 1893. Casi todos los FEN tienen un 70 % de similitud, pues su origen es el mismo; sin embargo, después del evento de 1983 empezaron algunos cambios que aún son objeto de análisis. La principal diferencia está en la intensidad y, obviamente, en el impacto.

¿En qué consistieron esos cambios?

Hasta antes del FEN de 1983 se pensaba que el calentamiento se presentaba en la costa peruana y luego se propagaba hacia el oeste, porque los sistemas de corrientes que existen en la región ecuatorial van de este a oeste; sin embargo, en 1983 ocurrió al revés. Hasta ahora no se sabe por qué el cambio se dio justamente en ese momento, pues faltan datos, aunque hay modelos que están tratando de responder esa pregunta. Pero, con respecto al FEN, hemos llegado a un 70 % de exactitud en el pronóstico de la intensidad y la magnitud del evento, pues es objeto de un seguimiento bastante preciso.

Con base en esos datos, ¿este actual FEN será más fuerte que los anteriores?

Será intenso, pero no creo que pueda ser más fuerte que los ocurridos en 1983 y 1998. Ya sabemos cómo se han desarrollado estos últimos FEN, cuáles fueron sus efectos y en dónde se presentaron los mayores impactos, y esa es la base para decir que el de ahora no será más fuerte: las condiciones actuales del océano así lo manifiestan. Quizá será fuerte y hasta extraordinario, pero no más fuerte.

Una de las principales diferencias es que en la actualidad (en pleno setiembre) la temperatura del mar no está tan caliente como lo estaba en la misma época en 1983. No está llegando a esas magnitudes; por eso creo que no será superior. A pesar de ello, tenemos que seguir preparándonos para sus impactos.

¿Qué otra diferencia ha observado con respecto a los anteriores FEN?

Otra diferencia es que desde el año pasado se ha observado un calentamiento. Este año, en el verano, hubo un evento de El Niño moderado, que continúa en el invierno —el mar sigue caliente— y por eso hemos tenido un invierno más caliente de lo normal. Precisamente, algo que sirve para definir un FEN es un calentamiento de 2 o 3 grados por encima de lo normal. En teoría, estamos teniendo un «Niño» en el invierno, cuando usualmente se presenta en el verano. Entonces, ya tenemos dos tipos de eventos de El Niño: de verano, que es el común, y de invierno.

Ahora, cabe resaltar que los impactos no serán iguales. Por ejemplo, no lloverá en toda la costa, sino solo en Tumbes, Piura y Lambayeque.

¿Cuáles son las posibilidades de que este «Niño» de invierno se amplíe por varios meses más y se convierta en el tradicional «Niño» de verano?

Exacto, eso es lo que está ocurriendo: sigue propagándose y calentándose, pero ya empieza a debilitarse. Lo común es que un FEN débil dure solo dos o tres meses; si es un poco fuerte, puede durar más de cuatro meses, con uno o dos grados más de calentamiento del mar en el resto del año; pero un FEN fuerte, como los de 1983 y 1998, dura alrededor de quince meses.

¿Y cuál es la actual edad de este «Niño»? ¿Cuándo empezó?

Tiene más de diez meses, pues el evento moderado comenzó entre octubre y noviembre del año pasado. Ahora, a pesar de que está empezando a debilitarse, hay que tomar en cuenta un factor: se aproxima el verano. Considerando que en esta estación la temperatura sube, si llegamos a diciembre con dos grados de temperatura por encima del promedio, en enero —en pleno verano— podríamos sobrepasar inmediatamente esos dos grados, hasta los tres o cuatro grados. Por eso, presumimos que va a ser fuerte.

Entonces, ¿cabe la posibilidad de que se extienda más allá de los quince meses?

Cabe, pero eso se sabrá con los pronósticos que realizamos cada tres meses. Recién en enero y febrero del próximo año podremos señalar hasta cuándo se va a extender.

Lo que sí se puede afirmar es que el actual «Niño» de invierno se convertirá en uno de verano...

Es probable que se vaya a presentar un «Niño» de verano, de intensidad fuerte —como tradicionalmente se conoce—, que es el resultado de un calentamiento de varios meses. Como mínimo, será un «Niño» que tendrá un rango de moderado a fuerte.

¿Las actuales tecnologías nos permiten pronosticar al cien por ciento si se presentará o no un FEN?

Sí, al cien por ciento. Ha habido un gran esfuerzo para entender matemática y físicamente la evolución de los eventos de El Niño. Lo que aún no se puede pronosticar con exactitud son su intensidad y cuándo comienza y finaliza. Esto se debe a que hay fenómenos que todavía no se entienden bien, como, por ejemplo, las ondas Kelvin (3).

¿Cuál es la importancia de las ondas Kelvin en la aparición del FEN?

La naturaleza, tanto en la atmósfera como en el océano, no es estática y siempre está en movimiento. Por ejemplo, en el Pacífico sur hay una circulación o vortex en donde las corrientes van en dirección este-oeste, y lo mismo ocurre en el Pacífico norte. Sin embargo, por alguna razón, cuando los vientos empiezan a debilitarse el mar reacciona y se generan las ondas Kelvin. Aquí hay que explicar su relación con la llamada termoclina, que es aquel nivel, dentro del mar, que separa las aguas frías de las calientes y que se ubica a 30 o 40 metros debajo de la superficie frente a la costa del Perú y a un nivel más profundo (180 metros) en el Pacífico occidental. Cuando las ondas Kelvin llegan a la costa peruana, lo que hacen es hundir la termoclina y entonces tenemos una masa mucho más caliente. Sin embargo, en la actualidad existen modelos conceptuales y cálculos que ven la propagación del evento y la probabilidad de su ocurrencia. También se usan modelos oceánicos y atmosféricos para simular el comportamiento de las ondas Kelvin y hacer su seguimiento desde que se origina. Son un factor que tiene una importancia del 70 % para explicar el evento del FEN. Esta es la base que nos permite tener un esquema de pronóstico.

Leí unas declaraciones en las que usted explicaba la existencia de varios tipos de FEN. ¿En qué consiste ello?

Tradicionalmente, nos hemos acostumbrado a hablar sobre un evento de El Niño cuando se presenta frente a la costa del Perú; sin embargo, este fenómeno no solo es local, sino global, y cubre todo el Pacífico y no solo la costa peruana. A raíz de ello, la NOAA (4), con el fin de simplificar el análisis, divide el Pacífico en cuatro sectores: frente a la costa del Perú están las regiones 1 y 2, en el centro está la región 3 y mucho más allá la región 4. Luego, los norteamericanos se dieron cuenta de que un evento de El Niño en las regiones 1 y 2 no los afectaba mucho, pero sí el que ocurría en la mitad de la región 3 y en la mitad de la región 4, al cual empezaron a llamar "El Niño 3.4". Cada vez que se calienta el mar en esta región hay un evento de El Niño que tiene un fuerte impacto en Estados Unidos y a nivel global, pero que es mínimo en el Perú, al cual lo llamamos El Niño del Pacífico central debido a su impacto global. El evento que se presenta en el Perú es el llamado «Niño» costero. Ahora bien, ambos eventos siempre se presentaban en el verano, pero ahora lo han hecho en el invierno. Por eso digo que podemos hablar de cuatro FEN diferentes: un «Niño» global y uno costero en el verano, y un «Niño» global y otro costero en el invierno.

Entonces, cuando la NOAA lanza sus informes y pronósticos sobre el FEN se está refiriendo al global y no necesariamente al costero que se presenta en el Perú.

Sí, solamente se refiere al «Niño» global, que es el único que le interesa. Por esta razón, cuando los medios de comunicación peruanos recogen estos informes de la NOAA nos crean un gran problema: mientras nosotros decimos que no se va a presentar un FEN, ciertos medios pueden estar señalando que sí porque toman en cuenta el informe de la NOAA norteamericana. Por eso, hay que resaltar que se trata de dos eventos diferentes, que a veces pueden presentarse al mismo tiempo, pero con impactos diferentes.

Por último, hablemos del factor cambio climático en la aparición e intensidad del FEN. ¿Cómo influye?

El planeta se calienta debido a la presencia e incremento de los gases de efecto invernadero; este mayor calentamiento hace cambiar todas las demás variables y se produce un cambio de clima, el cual ocasiona una serie de impactos. El cambio climático, en general, tiene como causa el incremento de la temperatura, tanto en el mar como en el continente. Esto origina diversos cambios: si hay un cambio de temperatura, hay un cambio en la presión, el cual provoca modificaciones en el régimen de vientos, mayor evaporación, etc., y todas las variables empiezan a alterarse. Con respecto al cambio climático, habría que preguntarse: ¿cómo el calentamiento del mar puede influir en los mecanismos de generación de las ondas Kelvin? En el futuro, si esto continúa así, anticipo que de aquí a veinte años ya no vamos a tener invierno, pues la temperatura va a subir uno o dos grados, y esa, precisamente, es la diferencia que hay entre una estación a otra. Todo se está calentando y, en el futuro, el verano va a ser mucho más cálido.

Notas

1  El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus iniciales en inglés) es una universidad privada localizada en Cambridge, Massachusetts (Estados Unidos).

2  Periodista. Editor de La Revista Agraria.

3  Cuando los vientos alisios (que soplan de este a oeste a lo largo del ecuador) se debilitan en varias zonas del Pacífico ecuatorial, pueden generarse ondas Kelvin oceánicas ecuatoriales cálidas (ondas de gravedad modificadas por la rotación de la Tierra) que se propagan hacia las costas sudamericanas. En muchos casos su impacto es de corta duración en el tiempo, y en otros casos puede ser el inicio de un episodio de El Niño.

4  La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) es una agencia científica del Departamento de Comercio de Estados Unidos, cuyas actividades se centran en las condiciones de los océanos y la atmósfera.


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