Fernando Eguren, presidente del CEPES: El gobierno de Panamá rechazó aceptar como leche un producto del grupo Gloria que no respondía a los requerimientos para tal calificación. El contenido de los tarros etiquetados como Pura Vida, al lado de una vaca saludable, eran vendidos como leche.

Solamente después de este rechazo, el grupo Gloria aceptó modificar el etiquetado, lo cual prueba que ha tenido que reconocer que era un engaño: no era leche. “Es leche modificada”, afirma la empresa.

Desde hace ya muchos años, asociaciones ganaderas peruanas, entre ellas Agalep, vienen denunciando al grupo Gloria precisamente porque consideran que la leche evaporada Gloria no corresponde a un producto que, sin ambigüedades, es “la secreción mamaria normal de animales lecheros obtenido mediante ordeño”, en este caso de la vaca. El grupo Gloria, no satisfecha de tener un cuasi monopolio sobre la producción de leche para la industria, e imponer los precios y condiciones que se le antoje en perjuicio de los ganadores, engaña descaradamente al público en un tema tan sensible como es el de la alimentación y, peor aún, de la alimentación para niños.

El diario Correo nos recuerda que el año 2010 el rival grupo Laive presentó un reclamo ante Indecopi, pues Pura Vida sería un “producto lácteo modificado al que se le habría variado la composición físico - química, conforme a información del rotulado del producto". En una respuesta que no puede ser calificada sino cínica, Gloria adujo, según refiere el diario Correo, que "los consumidores no interpretarían espontáneamente que dicho vocablo es utilizado para referir al producto íntegro (leche) como producto de la secreción mamaria normal". Los miembros de la comisión respectiva de Indecopi, compuesta por Luis Concha Sequeiros, Ramón Bueno-Tizón Deza y Alfredo Castillo Ramírez, declararon infundada la denuncia de Laive. Sería interesante averiguar cuál es hoy la reacción de estas personas ante el rechazo panameño.

Este escándalo –pues es eso lo que es- nos hace recordar que la industria alimentaria, de la que el grupo Gloria es uno de los más conspicuos integrantes, se opone enconadamente a que se cumpla la ley 30021, cuyo objetivo es promover la alimentación saludable de niños, niñas y adolescentes. Esta ley ya lleva cuatro años sin ser reglamentada, y de ello también es culpable la falta de compromiso o quizá la complicidad de las propias entidades estatales encargadas de su cumplimiento, empezando con el Ministerio de Salud.

Gloria, Indecopi y Minsa: ¡qué vergüenza!