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La segunda reforma agraria y el riego

Publicado: 2021-09-20

Al mes de publicada la Ley de Reforma Agraria, en julio de 1969 se promulgó la Ley General de Aguas. ¿Por qué una nueva ley de aguas en ese momento? Si la reforma agraria buscaba atacar la injusta estructura de la tenencia de la tierra, quienes la impulsaron fueron conscientes que sin cambiar la normativa para el uso del agua (el Código de Aguas de 1902) la reforma no tendría futuro.

Tras varios años de discusiones intermitentes, en 2009 se publicó la Ley de Recursos Hídricos. Doce años después esa ley ha permitido tener de una autoridad de aguas desconcentrada y la formación de algunos Consejos de Recursos Hídricos de Cuenca, para concretar el principio de la gestión integrada de cuencas hidrográficas.

Pero hay aún retos por enfrentar en materia de gestión del agua. Sigue habiendo un sesgo a favor de la agricultura costeña, donde prima el riego, donde está la mayoría de empresas agroexportadoras y la mayor cantidad de organizaciones de usuarios de agua. Para la sierra, donde se encuentra la mayoría de la agricultura familiar y las comunidades campesinas, en estos últimos años se ha promovido la siembra y cosecha de agua, construcción de cochas y otras obras menores para mejorar el aprovechamiento del agua, sobre todo a través del proyecto Sierra Azul.

Siendo importantes las obras mencionadas, son pocos los agricultores y agricultoras que lograrán beneficiarse. Para ellos y el resto de la agricultura familiar se requiere ampliar el alcance de estas pequeñas obras y complementarlas con otros esfuerzos, como la mejora del riego, la capacitación en aspectos productivos, pero también en temas de competencia de otras entidades estatales, también de los gobiernos regionales y municipalidades. Asimismo, trabajar en la mejora de la seguridad alimentaria de las familias productoras; pero también atender la vialidad, los mecanismos de comercialización, la salud, la educación y las comunicaciones, entre otros aspectos.

Temas para la segunda reforma

Lo anunciado en materia de la llamada segunda reforma agraria no es muy distinto de lo que se ha venido haciendo, aunque quizás ahora haya más decisión por hacerlo. Se habla de siembra y cosecha de agua, limpieza de canales y … “destrabar” grandes proyectos como Chavimochic III, Chinecas y Majes-Sihuas. Esto último merecería mayor discusión pues, si se sigue el modelo aplicado en los últimos años, los grandes beneficiarios de estas obras serán las grandes empresas exportadoras y corporaciones.

Además de prestar atención a quiénes aprovecharán de las aguas de estas obras de irrigación (y del financiamiento estatal) también debe cuidarse la orientación de la producción. Parecería que se piensa privilegiar su producción y hasta de la agricultura familiar para la exportación ¿y el consumo interno?

Los preocupantes informes del IPCC merecerían igualmente mayor atención, pues los efectos del cambio climático podrían agravar la disponibilidad del agua. Algo que pocos atienden, frente a una creciente presión por el agua, es si solo se reconocerá los usos y costumbres de las comunidades o se les formalizará sus derechos. Estas son algunos de los temas que plantean desafíos a las nuevas autoridades.


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CEPESRURAL

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